Buscadoras de sentido
- Prades Mateu
- 17 feb 2020
- 1 Min. de lectura

El tiempo es un niño que juega como un niño. Yo soy un niño pero contrapuesto a mí mismo, soy joven y viejo al mismo tiempo. Esto me habla de la autoconciencia. Somos quienes somos toda nuestra vida, tengamos la edad que tengamos, si bien diversos aspectos pueden cambiar a lo largo del desarrollo. Soy consciente que no puedo pretender comprender el mundo sólo por el intelecto.
El juicio del intelecto es sólo parte de la verdad. Las sensaciones emocionales e intuiciones, son parte imprescindible a la hora de ayudar a explicar el mundo. Usar solo la lógica he experimentado que me conduce al error, y limita mi punto de vista.
El hombre que no percibe el drama de su propio fin no está en la normalidad sino en la patología, y tendría que tenderse en la camilla y dejarse curar. La muerte es algo que a la mayoría de las personas les causa algún tipo de preocupación ya que al fin y al cabo supone enfrentarse a lo desconocido. Es tranquilizador ser consciente que la muerte no es nada sin la vida, de ahí la importancia de saber, que somos consciencia de vida.
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